El informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística sobre las hipotecas contratadas en julio arroja los siguientes datos:
Se han firmado 5.713 hipotecas, frente a las 4.481 firmadas en el mismo mes del año 2017, prácticamente un 27% más.
Respecto al importe medio del préstamo otorgado, asciende a 173.303,87 Euros, en comparación con los 169.396,56 euros del mismo periodo en el año anterior.
Más allá de todas las variables y factores que puedan influir en la composición de las cifras, muestra un crecimiento fuerte especialmente por el número de operaciones cerradas.
Por sí solo podría dar lugar a error en la interpretación, pero si unimos a estos datos el número de viviendas compradas:
7.028 en julio de 2018, mientras que la cifra fue de 6.150 en julio del 2017.
Por tanto, un 82% de las viviendas adquiridas en 2018 lo fueron mediante la constitución de un préstamo hipotecario, mientras que solo el 73% lo fueron en 2017.
…nos permite llegar a la conclusión de que el sector vivienda continúa viviendo un crecimiento tanto en número de operaciones como en hipotecas concedidas.
Pero, ¿hasta cuándo?, ¿hay síntomas de agotamiento? Pues no, si nos atenemos a las estadísticas oficiales, o a los rumores de la calle pues “todo el mundo parece saber” que los bancos han abierto el grifo, que la confianza en la economía ha subido, que se siguen liberando capitales de inversores anteriormente congelados hasta mejor época, etc…. No obstante, cualquier agente inmobiliario te dirá que empieza a notarse una ralentización en la demanda tan desmesurada que hemos tenido durante este año con un crecimiento del 8%, si bien es cierto que aún la parte más difícil de la profesión es la captación de inmuebles, y no tanto la venta, pues si una vivienda se saca a mercado en precio, hay demanda para absorberla.
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